Yoga

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“Vivir es experimentar! Estar en la vida Es estar atravesando todas las historias que se nos presentan….pues hay un para que? te lo preguntaste?”

“Las situaciones y experiencias mueven todas las fibras internas…despiertan el sabor, el sentido y la calidad de vida. Algo que nadie te provee sino uno mismo con la vida. Observa el vinculo con la vida; despertando…
Cual es la calidad de vida que te provees? La enfermedad y la muerte no me victimizan me invitan a vivir, a vincularme con la eternidad que somos. Sentarme y dejarme abrazar por el sol; comer algo rico que saboree y contenga mi alma; hacer algún ejercicio que ayude a mis sistemas a limpiarse, entre medio de las oscuridades prender las luces con aromas, belleza y arte.
Nadie puede menguar los dolores pero si podemos dejar de proveer sufrimiento.
El dolor es parte de esta existencia, el sufrimiento es parte del ego

Cantar, rezar, crear, soñar amar..hace que vuelva vida a nuestros huesos. ( los huesos son la fuerza indestructible) hay que recuperar LA FUERZA!

«Vivir es un experiencia propia, única … cuando vivo mi universo interior puedo respetar todos los universos, puedo ver los otros sin pretender cambiarlos»

 GABY Y SU INICIACION

“Durante toda mi travesía he tenido momentos fatídicos, pero cada uno de ellos, trajo aprendizajes para un presente de salud y crecimiento. 

Recuerdo aún hoy, cuando estaba en el auto con el chofer de la familia de mis hijos, en Jordania, sobre rutas inciertas. Sabía que al final de este camino, en algún lugar, me encontraría con mis hijos, pero comenzó a faltarme el aire. Todo era tan inverosímil, que mi cuerpo parecía también asustado y fatigado por semejante Travesía. Me asusté porque no sabía como resolver el problema. En ese instante, acudí a la fe y a la certeza de que, en minutos más, estaría abrazándolos a ellos. Allí, aprendí que cuando uno está viviendo situaciones límites, entra en otro espacio y en otro tiempo. Al ratito ya estaba mejor. Pero, sin duda, estas fueron las primeras señales de que mi cuerpo estaba fatigado.

Después hubo dos hechos fuertes que pidieron mucho más de mí y me hicieron consciente de la necesidad de poner atención a mi cuerpo. Uno, fue el día de los atentados a las Torres Gemelas en New York, EEUU; y el otro, cuando comenzaron los bombardeos en Irak, a 4 horas de la ciudad de Amman, donde viven mis hijos. Ambos me obligaron a trabajar con la unión del cuerpo, mente y alma, y a estar saludable en todo sentido.

Uno, generalmente, somete al cuerpo a toda serie de eventos sin prepararlo o consultarle, pues el cuerpo es un universo en sí mismo: células, órganos, articulaciones, que nos dan la posibilidad de llevar adelante nuestra tarea. Cuando sucedió el atentado a las Torres Gemelas y después vinieron las amenazas, sentí que mi cuerpo se desmoronaba. No obstante, con los cuidados de Victoria Biraben – mi terapeuta – y sus energos pude levantarme de la cama. Con la fuerza de voluntad, comencé a hacer yoga en mi casa. Había comprado unos videos. Recuerdo que, en todas las posturas del héroe, me caía. No podía estar en equilibrio, mis ejes y coordenadas se habían movido. Lloraba en cada movimiento. Aún así, debía restablecerme. Con dedicación, de a poco, fui mejorando.

Después vino Irak y las bombas explotaban en mi cabeza. Estaba un poco más fortalecida, pero no practicaba Yoga constantemente. También recuerdo que, en ese entonces, quisieron medicarme. Fui a ver a un médico que me dijo: “…al fin caés. No era normal el estado en el que estabas…”. Me bastaron esas palabras para salir corriendo y procurarme mi espacio de sanación. Fui a ver al médico de la familia, amigo y confiable, que sólo dijo que estaba pasando por un estado de supremo stress, que mi cuerpo fue un aliado maravilloso y que se asombraba de ello por todo lo que había pasado. Otro desafío nos tocaba con Victoria. Vino Marta, una hermosa masoterapeuta del Instituto de Victoria, a cuidarme de noche.

Pero la cosa no termina aquí. Por pedido de mi hermana, Marcela, fui a ver a su huesero, que me dijo cosas bestiales. Me instó a trabajar mi cuerpo, pues las emociones negativas me traspasaban. Hizo que tomara conciencia de la importancia de estar fuerte y resolver, desde el cuerpo, las situaciones límites. Me movió todos los huesos. A partir de allí, comencé a entrenar como el Héroe de Yoga. Tenía que fortalecer mis abdominales, mis articulaciones, columna cervical y columna lumbar. Estaba más muerta que viva, palabras que el huesero se animó a decirme hace poco: “Estás de vuelta, tus ojos brillan, hay color en tus pómulos, está fortalecida tu columna cervical y sana. Sólo falta fortalecer las lumbares. Deberías escribir un libro y contar tu salida del infierno, pocos son los que vuelven.” Así fue como me convertí en Yoguista. Primero comencé ha practicarla y luego ha estudiarla,fue así como me convertí en Instructora de Yoga en este 2011.

Tanto ha sido lo recorrido, que abrí un espacio para acompañar a quienes estén en una situación límite y deseen ser ayudados en el desafío de atravesarla como una buena compañera de travesías o terapéutica, que pondrá algunas sanas, filosofía, respiraciones, gemaromas, rocíos personales, tips personales, para lograr descanso, mimos y sostén.

Buscame, si deseas que sea tu compañera terapéutica en tu propia travesía.

Gabriela Arias Uriburu | Instructora de Yoga

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